lunes, 17 de noviembre de 2008

El Coleccionista XV - LA ULTIMA ROLA, por Niko Gadda Thompson

CARTA DE LECTORES

Analogías coleccionables

Terrible piropo de parte del gran Danny Burdman, uno de los pocos privilegiados que han tenido la chance de colaborar en la elaboración, a puertas cerradas, de varios de los shows de “Les Luthiers”, nada menos. ¡Un grosso de mucho cuidao!

Gracias, Nico, por tus Coleccionistas.
Entre los failouts, foreclosures, billones, quiebras, bolsas, inflaciones, recesiones, resoluciones, AFJPs y varias otras mierdas que atacan sin piedad, este “Coleccionista” es equivalente a una linda chimenea, un lugar con nieve, una linda mina en bolas y toda la noche por delante.

Salud y amor, Danny



Más frases de Dalmiro

Esto es lo que me mandó mi prima Morena, la hermana de Jazmín y también sobrina de Dalmiro, cuando recibió el compilado de citas memorables del niño:

¡Jaja, qué gracioso!

Tengo otras:

Te acordás en la navidad del 2007, cuando Lili brindando dijo: “¡Que el año que viene tengamos trabajo y dinero!”

Y Dalmi salto diciendo: “¡No!! ¿Por que mejor no pedís que tengamos dinero sin tener que trabajar?”

Para el cumple Felipe le regalo a Dalmi un Block de hojas; estuvimos haciendo dibujos y yo le enseñé que se llamaba "BLOCK DE HOJAS"
A las dos semanas me dijo: “¿Me das el bloque de ojos?”

Leo le regaló a Dalmi, para su cumple de 6, un muñeco de los caballeros del zodíaco que era de él cuando era chico.
Después de un tiempo, mirando la caja dijo: “Ojalá que algún día me toque este muñeco”, señalando al muñeco malo que estaba en la fotografía con el muñeco de el). Al rato, rectificándose, dijo: “Va... ojalá que le toque a Leo y después, cuando cumpla 7, me lo de a mí.”

Jugando conmigo y con unos muñecos, le digo: “Che, Dalmi, tenés que cuidar tus muñecos; ¿no te gustaría que tus hijos puedan jugar con tus muñecos como vos jugas con los que eran de tu papá?
Dalmiro: "A mis hijos no le van a gustar mis juguetes."
Morena: "¿Por qué?"
Dalmiro: "¡Porque van a salir igual que la madre!!!"

La última rola
Bueno, amigos; sin mucho protocolo ni revuelo al respecto –que se me pianta el lagrimón- les cuento que esta será la última edición del Coleccionista versión “anécdotas de hombres célebres”. Todavía me queda medio libro (es enorme…) y muchas jugosas historias que rescatar, pero ya ha estado bien por el momento. Si se portan bonito, quizás más adelante haya secuela. ¡A gozar!

· Un actor mediocre díjole cierto día al poeta Alexis Pirón (contemporáneo de Voltaire): “Yo quisiera trabajar en una obra en la cual nadie haya trabajado hasta ahora ni nadie pueda trabajar en el futuro.”
“Entonces, respondió Pirón, trabaje en su propio elogio.”

· Un rico y pretencioso cortesano inglés se había echo retratar por el pintor de costumbres William Hogarth (1697-1764). El cortesano era muy feo, y como no le satisfizo el trabajo, rehusó aceptarlo y pagarlo.
- “Milord, dijo sonriendo el artista, si dentro de ocho días usted no paga y retira su retrato, yo le agrego una cola y lo vendo como retrato del demonio en persona.”
Al día siguiente nomás el cortesano mandó pagar y retirar el retrato.

· El destacado escultor italiano Antonio Canova (1757-1822) era muy generoso. Se creía un deber el ayudar a los artistas pobres y se informaba detalladamente de su situación social. Cuando veía que alguien necesitaba de veras ayuda, lo hacía secretamente y sin llamar la atención. Encargaba, por ejemplo, un cuadro o una escultura pagando precios altos, que tal vez no lo valían. Así salvó a muchos artistas de la miseria y fomentó en ellos el ánimo para dedicarse más libremente a su arte.

· Isaac Newton (1642-1727), ilustre matemático, físico y astrónomo inglés, como todo gran pensador era un tipo muy distraído. Un día envió a un amigo una carta por expreso en la que le pidió que se fijara si había dejado su reloj de oro sobre su mesa. Como post-data agregó: “No te preocupes por el reloj. Lo acabo de encontrar en uno de mis cajones.”

· El universal Carlos Gauss (1777-1855) era el matemático más famoso del siglo XIX. A los tres años encontró un error en una cuenta de su padre. Tenía 12 cuando empezó a dudar de la geometría de Euclides, y a los 16 inventó una nueva geometría que ha revolucionado toda la ciencia. Como verán, ya en su juventud se destacaba por sus especiales cualidades y su talento extraordinario. Un día un profesor lo invitó a un paseo por las montañas cercanas. Mientras que descansaban, en una altura de la que podían ver toda la ciudad, el profesor quiso hacer un ensayo con su alumno para comprobar si era cierto lo que se decía de él.
“Allá en la torre de la iglesia, en el centro de la ciudad, hay una mosca. ¿La ve usted?”
“No la veo, contestó inmediatamente el jóven Gauss, pero oigo el ruido que hace al andar.”

· Albert Einstein y Charles Chaplin hablaban mutuamente de las causas de sus respectivas famas.
“No es extraño que usted goce de tanta fama, pues su arte se comprende sin palabras en todo el mundo”, fueron las palabras de Albert.
“Así es, respondió Charles, y usted es igual de famoso porque a pesar de tantas palabras nadie en el mundo logra entenderlo.”

· Paul Cézanne (1839-1906) era un hombre sumamente modesto. Nunca se habría el imaginado que un día sería considerado el padre de la pintura moderna. Los fracasos durante 35 años lo habían hecho más tímido aún de lo que era por naturaleza. Regalaba sus cuadros a amigos y conocidos, los cuales apenas le daban las gracias.
Un comerciante de cuadros de París lo descubrió un día e hizo una exposición de sus cuadros, lo que constituyó una sorpresa para el mundo artístico. El viejo maestro entró en la sala de exposición del brazo de su hijo, y con lágrimas en los ojos miró con asombro sus propias obras.
“Mira -le dijo a su hijo- hasta les han puesto marco”.

· En una reunión de la corte de Berlín, un alto empleado se acercó al famoso pintor Menzel (1815-1905), para pedirle un consejo:
- “Mi hijo mayor es un artista nato. Tiene iguales aptitudes para el pincel y para la pluma. ¿Qué me aconseja usted?”
Menzel no vaciló un momento y dijo:
-En todo caso, escritor, escritor.
- ¿Y por qué cree usted eso?
- Porque el papel es más barato que la tela.

· Juan Augusto Ingres (1780-1867), pintor y francés, tenía 86 años. Un amigo lo encontró un día copiando un cuadro de Giotto.
- “¿Para qué hace usted eso?”, le preguntó sorprendido el amigo.
- “Para aprender”, respondió el maestro.

· Al señor Bernardo de Fontenelle (1657-1757), escritor y filósofo francés, preguntárosle cierto día acerca de la diferencia que había entre lo bueno y lo hermoso. Y el filósofo respondió: “Lo bueno necesita argumentos; lo hermoso, no.”


¡That´s all, amigous! Ya veremos que sigue.

Salud y mucho amor, Niko